Hablemos de lo que nos pasa
Lamento mucho tener que empezar este texto con un reclamo, no sé si esto ponga la energía que me gustaría que tuviera, pero igual debo empezar por algún lado, una energía de posibilidades, de éxito, de abundancia, de amor.
Ya va,
La verdad NO NOS han enseñado a funcionar en la vida, no nos han enseñado a administrar nuestro recurso más importante, nuestra cabeza, nuestra mente, el pensamiento.
Creemos que el pensamiento se origina en el cerebro, yo no estoy seguro, lo que sé es que muchas veces lo siento en el estómago, otras en el corazón, y eso que sentimos es eso, un sentimiento, es a lo que cuando lo mandamos al cerebro le identificamos como sentimiento o emoción o al revés, o lo que sea, es que es tan rápido todo que no sé si lo pienso y luego lo siento o lo siento y luego lo pienso o las dos, una después de la otra o las dos al mismo tiempo. Puta madre... Pal caso, esto no pretende ser una guía psicológica, científica ni pretendo tener un gramo de razón. Lo que menos importa es mi razón.
Hace años descubrí una canción que por muchas razones me pareció fascinante y me trae muy buena vibra, una energía muy bonita, es una trova vieja cubana que habla del hombre o de un hombre en particular, o de todos en general, esta canción tiene una frase que en ese momento no lograba comprender del todo, de hecho no lograba comprender nada, pero además hoy que la vuelvo a escuchar me trae nuevas revelaciones.
Siempre me había sentido avergonzado de escuchar este tipo de música, pendejamente uno piensa mucho en los demás y luego, francamente le pregunto a Humberto; Humberto...¿Crees que a alguien genuinamente le importa que escuches trova cabrón? ¿Debería de importarte lo que los demás piensen de que escuchas trova cabrón? De hecho, la escucho menos de lo que me gustaría escucharla, pero por alguna razón me siento atraído a descubrir en sus letras el sentido y sentimiento, la intención de sus letras y de sus melodías y descubro en ellas un espejo de lo que siento, he sentido, pienso o he pensado.
…Supiste cabalgar contra quien odia, desde sus torres de oro y exterminio pero a mi parecer, te dio más gloria el alma que tallaste a tu dominio, la medicina escasa, la más insuficiente.., es…, la de remediar la mente. Y la locura pasa, risueña cuando engaña cual odio de la propia entraña…
Lo que me parece hermoso de esta canción es que invita y deja abierta una clara posibilidad de identificación y creo que hay en esta estrofa una muy bonita posibilidad de conexión, reflexión, pero también del reconocimiento propio de que hay alguien más o sea alguien adicional, consciente de esta necesidad de curar la cabeza. Te entiendo perfecto cabrón, a mi también me pasa, también lo he sentido, he batallado, batallo con eso.
La medicina escasa, la mas insuficiente es la de remediar la mente. Está claro que el poder de la mente es infinito y tenemos la capacidad de construir la vida de nuestros mas hermosos sueños o la vida de nuestras peores pesadillas y eso es lo que no nos enseñaron, no nos enseñan y deberían de enseñarnos nuestros padres, nuestros maestros, todos deberíamos de ser capaces de accesar a este poder de forma inmediata y ser responsables de nuestras vidas siendo responsables de nuestra mente.
Te dio más gloria el alma que tallaste a tu dominio, no quiero decir ¨la verdadera¨ gloria, viene del sentimiento maravilloso de saber que hemos logrado tallar y dominar nuestra alma, dominamos nuestra salud, nuestro amor, nuestro sexo, nuestro propósito en la vida, nuestro amor, nuestros miedos, enojo, envidia.
Dicen que la trova es música para viejitos. ¿Será porque cuando creces te haces más humano? ¿Será porque cuando llegas a viejo te vuelves más consciente? ¿Será porque con los años adquieres un chingo de experiencia que te permite mirar al mundo con una perspectiva más clara de lo que realmente importa para ti? Llámame viejo si quieres, igual me gusta "Alors on dance" de Stromae, pero disfruto mucho descifrar lo que hay detrás de una canción honesta, de amor o de odio que pueda servirte de algo.
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